Los conocidos como «mini puntos limpios», de los pequeños municipios de la Serranía incumplen toda la normativa sobre recogida de residuos, incluyendo los catalogados como peligrosos. Estas instalaciones se han convertido en auténticos vertederos incontrolados en los que se depositan residuos que la legislación ambiental obliga a su recogida separada.
Esta situación, además, se ve fomentada por la presencia de cartelería «desinformativa» que, con el logo de un organismo oficial, tal cual es la Diputación Provincial de Málaga, incita al depósito de, por ejemplo, electrodomésticos y neumáticos a los que la legislación específica obliga a otro tipo de gestión controlada.
La acumulación de residuos en algunos de estos mal llamados «puntos limpios», fuera del contenedor y colindantes con zonas forestales constituye, además, un grave riesgo de incendios forestales. El situado en la carretera A-369 correspondiente al municipio de Atajate y que recepciona residuos de procedencia desconocida, dada su ubicación a pie de carretera y la falta de vallado, horario o personal de control de recepción de los residuos constituye un ejemplo paradigmático de una situación general de total descontrol y a la que las autoridades competentes (municipios, Diputación y Junta de Andalucía) hacen oídos sordos.